El primer senador de Roma

Opinión:

"El primer senador de Roma" nos traslada a la Tercera Guerra Púnica desde que Catón comienza con su empeño de destruir Cartago hasta su destrucción, pasando por todos los movimientos políticos que rodearon ese escenario por parte de los grupos de senadores enfrentados. No solo se nos presenta el punto de vista romano, sino también el cartaginés (de una forma bastante favorable para Roma, a mi parecer) e incluso el de Numidia, nación que aprovechó el enfrentamiento entre Roma y Cartago para expandir sus fronteras a costa de esta última y con el beneplácito de la primera.

Esa diversidad en el punto de vista no solo se limita a las localizaciones, sino también a los personajes. A lo largo de los capítulos, vamos saltando de escena en escena, abarcando a todos los que fueron relevantes en el conflicto: desde figuras en declive como Catón, que ve cerca su final, hasta otras en pleno ascenso a la gloria como el frío Escipión Emiliano o (si Juan Torres Zalba tiene a bien hacer una continuación para conocer los hechos posteriores) el joven Tiberio. También conocemos a otros personajes importantes para la trama como Cornelia, la matrona ejemplar madre de Tiberio; Sempronia, esposa de Emiliano e hija de Cornelia; diversos senadores y hombres importantes en la política romana de la época o los extranjeros importantes, como Asdrúbal o Masinisa.

Aunque no seas un lector muy puesto en historia de Roma, no es complicado seguir la novela, ya que tenemos todos los datos sobre los precedentes históricos relevantes y sobre el cursus honorum, tan importante para los nobles romanos que aspiraban a llegar a ser cónsules y a formar parte de la élite. Para mejorar su comprensión se nos presenta un esquema al inicio. Al final también tenemos un árbol familiar y diversos mapas por si se diera el caso de que nos perdiéramos un poco. Lo bueno es que toda esta información está muy bien integrada en el texto, de forma que no se nos hace aburrido y todo avanza con bastante fluidez.

La verdad es que es una novela muy disfrutable y me alegraría saber que el autor la retoma, ya que justo el personaje que más me llamaba la atención, Tiberio, era demasiado joven como para tomar un papel central en los acontecimientos. Aunque es un libro autoconclusivo, me sorprendería bastante que se quedara ahí, precisamente porque este personaje despunta demasiado para el papel que realmente jugó en el elemento central, que es la guerra final contra Cartago. Sea como sea, es un periodo fascinante del que no hay tanta literatura, así que sería fantástico seguir ahondando en él.

Déborah F. Muñoz